
Durante todo el curso soñamos con las vacaciones: piscina, amigos, fiestas, mar... Cuando el mágico 23 llega, se abre un mundo de posibilidades, todo un verano por delante.
Los días van pasando sin darnos cuenta: Junio, Julio, Agosto... y Septiembre.
En ese mes empezamos a abrir los ojos a la realidad, dándonos cuenta un poco de que el día esta llegando. Hay que disfrutar lo que queda.
El día antes, queremos detener el tiempo, coger un mando a distancia y darle al botón de retroceso hasta llegar al día en que toda nuestra espera mereció la pena. ese día en que se nos ofrecía la oportunidad de hacer lo que quisiéramos. Pero, no es posible. Hay que volver a la realidad.
El día llego. El temible día. Otra vez lo de siempre. El único consuelo es el ver esas caras conocidas de nuestro amigos, saber que aunque vuelvan a quedar otros 230 días de espera, merece la pena y ademas, con las personas que hacen que todo pase mas rápido. Tus amigos.
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